CAGE-ANTOINE GOLÉA: Estas representaciones se rodean de todo un ceremonial de gestos y posturas, ejecutadas y presentadas por los dos compadres con una seriedad imperturbable. Como todos los verdaderos payasos, Cage y Tudor no ríen jamás; sus cabezas recuerdan la de Buster Keaton quien hizo la más fulgurante de las carreras de cómico de cine, no riendo jamás, pero haciendo reír tanto más a los espectadores. Lo que es grave es que los números de Cage y Tudor no se llevan a cabo ni en el circo ni en el cine, sino en las salas de concierto.
CAGE-UN CRíTICO: El último movimiento de 'Noche peligrosa', sonaba como un pájaro carpintero en un campanario.
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